El reencuentro y la pírrica derrota en contra del rítmo.

Me divorcié de mi blog por un par de semanas, me separé totalmente de él. ¿falta de Inspiración? ¿Falta de dedicación? No lo sé, no logré pensar mucho en esto mientras descansaba en mi semana de pecado. Un mar de preocupaciones y problemas inundó la poca capacidad de centímetros cúbicos de mi cerebro. Espero que mi profesor no esté deseando que Samael y una horda de 300.000 demonios hambrientos de sangre, me despojen de mi efímera existencia, lo cual sería gracioso y congruente ya que no hice si no comer carne y oír Black Metal en las pasadas festividades. Sé que me merezco un regaño ejemplar por faltar, con irresponsabilidad, a la tarea asignada semanas atras ya que el tiempo lo tuve. Pero me dedique a la macabra tarea de exprimir mi cerebro como mi papá exprime naranjas todos los días para proveerme de vitamina C y así no contraer tantos resfriados como un sujeto promedio, y por mucho que intente no salían jugosas ideas si no polvorientas arritmias. Me disculpo y me dispongo a su merced.